Está al caer la Nochebuena y la Navidad, y lo que ello implica: comidas y cenas de empresa, con amigos, con la familia, con compañeros de clase… en las que el alcohol estará presente. Antes de acudir a esas citas, deberías plantearte lo siguiente: ¿cómo volver a casa? ¿beberé alcohol o refrescos? ¿quién conduce? ¿puedo ir en transporte público? Estas preguntas pueden salvarte la vida.
Antes de llegar al límite legal de alcohol en sangre, las pequeñas dosis alteran los reflejos, la percepción de las distancias y sensación de velocidad, da sensación de confianza y aumenta el riesgo sin darnos cuenta. Es un buen motivo para no beber ni una sola gota.
Por encima del límite legal, si nos topamos con un control de alcoholemia, son 6 puntos menos en el carnet, 600 euros de multa y retirada del permiso durante un mes. Para rematar, puede subirte el seguro del coche. Luego no sirve de nada lamentarse que «te ha tocado a ti» o que «deberían estar haciendo controles en otra parte». En el siguiente artículo de ElPais podrás conocer qué sucede en un control de alcoholemia rutinario de la Guardia Civil: «Soplar de madrugada».
También puede pasar otra cosa que no te esperas, que es sufrir un accidente de tráfico. A todos los anteriores también les pasó lo mismo, pensaban que no les iba a tocar a ellos. Nadie se levanta con una bombilla encendida sobre la cabeza y la conciencia diciéndole «Hoy vas a sufrir un accidente, que lo sepas.»

Piensa en ello, y ahórrate un mal trago. No combines copas y coche. ¿Te dejarías operar por un cirujano que ha tomado «2 copas»? ¿Te haría gracia que el conductor del tren haya «salido con los amigos antes»? ¿Qué harías si el profesor de un colegio tuviese el aliento con aroma a Jack Daniels?
Si no pondrías tu vida o la de tus seres queridos en manos de una persona ebria, ¿por qué habrías de poner tu vida en riesgo de una persona ebria, tu mismo? Como persona adulta, eres dueño de tus actos, y beber alcohol es estrictamente voluntario.
Hace 5 años, estuve a punto de perder a mi mejor amigo en un accidente de tráfico. El conductor iba muy contentito, y los demás, «totalmente pedo». Entraron en una curva de 90 Km/h con lluvia, a más de 200 Km/h y rebotaron 6 veces contra los quitamiedos. Aparte de la seguridad pasiva del Saab 9-3 en el que viajaban, influyó una dosis providencial de pura suerte.
El mero hecho de que alguien tan apreciado te cuente que casi se mata, ya es un mal trago.
Evitar un mal trago a ti y a los demás, es tan sencillo como pedir que te retiren la copa de vino y beber agua o refrescos, o no viajar en un coche donde el conductor ha bebido, seas tu u otro. Da igual. ¿Compensa jugársela? A todas luces, no.
¿Qué os podría decir para convenceros a los que pensais que podéis beber y conducir y que vosotros controlais?
Os diría, que si no tenéis aprecio por vuestra vida pensarais al menos en vuestra madre. En el dolor que le supondría perderos en un accidente por alcohol. O en la madre de cualquier otro que resultara afectado. Que os dierais un paseo por el hospital de Toledo.
Mil cosas os diría.
Pero sólo os diré, que mi hija era bonita, alegre, bella por dentro y fuera, feliz y el alcohol que otro tomó a ella la mató.
Tenía 20 años.
Su padre y yo seguimos vivos, pero estamos muertos.
«Ahorrate un mal trago y nos ahorrarás mucho dolor»
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.
Sigo sin entender la gracia de inflarse a beber. Si eso es divertido, si al día siguiente se acuerdan, que vengan y me lo digan.
Un saludo
magin, normalmente inflarse a beber no es divertido, la diversión es el acto social, en el cual te reunes con amigos a charlar y echar unas risas, eso sí en cuanto pienses coger el coche, el alcohol ni mirarlo. Cuando he de volver a casa en coche, la cerveza sin alcohol, ya que esto no es un juego. Si puedo volver de cualquier otra forma, me tomo las copas que me apetezca.
Javier, aplaudo tu vision y difusión de la conducción responsable.
yo opinión lo de siempre; los anuncios de la dirección generál de tráfico están bien, pero quién piensa que tienen toda la razón, la gente que no corre, que no bebe (para conducir) y que es «formal» y respetuoso en la carretera, en cambio, el personaje de turno al ver el anuncio se rie, hace un chiste fácil y sigue haciendo de las suyas en la carretera. Creo que deberían de hacer anuncios dirigidos a ese tipo de concductores,
saludos
Big. Estoy de acuerdo, quizás me faltó decir, «si vas a coger el coche».
Un saludo