Cuando en las películas de los años 40 salían los galanes y damas de época con un cigarrillo, no pasaba nada. Era la moda. En los últimos años se ha puesto el grito en el cielo por que el tabaco produce cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias, y ahora ver a alguien fumando en una película, ya no está tan bien visto.
Entonces, ¿por qué es menos grave lo que pasa con el automóvil? Por ejemplo, en cualquier película, hay que fijarse si alguien se pone el cinturón en el coche. Pues casi nunca lo hacen, en cambio no hay problema en ver persecuciones, derrapes, vuelcos… así hasta completar cualquier burrada que puede verse en televisión. Bien, hablamos de ficción normalmente, pero son imágenes que se quedan grabadas en la cabeza.

No sólo la televisión ficticia da un mal ejemplo en ese sentido, también una larga lista de famosos ofrecen mala imagen. La fama y la popularidad hacen que una persona pueda ser el icono en el que se fijan multitud de niños, de jóvenes, y gente de otras edades en general.
El ejemplo quizás más llamativo es el de la Princesa de Asturias, cuando salía del hospital con Leonor en brazos, y sin el cinturón de seguridad. ¿El encargado de protocolo no tiene en cuenta la seguridad de la Princesa y la Infanta? Sobre lo de llevar niños en brazos, este video lo dice todo. No hay que hacerlo, jamás.
Hay ejemplos menos lesivos que otros. Letizia queda a la altura del betún si comparamos su comportamiento -seguramente por desconocimiento- con el de otros famosos transgresores de las normas de tráfico y que han tenido más repercusión.

¿Qué tal hablar de la millonaria heredera Paris Hilton cazada con muchas copas a bordo de su Mercedes SLR de 600 caballos? ¿Y Mel Gibson borracho? ¿Y la hija de Lionel Ritchie pillada en autopista en sentido contrario tras emborracharse y tomar marihuana? ¿Impresiona que George Michael fuese hallado en su BMW tras haberse quedado dormido y encima borracho?
La lista se puede seguir ampliando con tranquilidad: Pete Doherty, Daniel Baldwin, Nick Nolte, Haley Joel Osment… todos en este año. En España también tenemos elementos y elementos, ¿quién se acuerda del accidente de Jesulín de Ubrique? Casi se mata en su todoterreno por no llevar el cinturón puesto. Seguro que se lo compró «para ir más seguro».
No se libran ni los pilotos de competición, los que deberían saber mejor que nadie la diferencia entre carretera y circuito. Schumacher y Montoya han tenido problemas con la Ley por superar los 200 Km/h, hasta Fisichella fue pillado conduciendo por zona urbana a 148 Km/h por una «urgencia familiar». El ejemplo que dan es a todas luces pésimo, pues tienen más adeptos de los que imaginan.

Debe ser difícil mantener una imagen impecable cuando uno es famoso, eso lo entiendo. No pueden ser santos de cara a la galería siempre. Desde luego, sus acciones tienen más repercusión que cualquier anuncio de tráfico pidiendo prudencia al volante.
Ya de por sí tiene que ser difícil que los mensajes que llaman a la prudencia calen en el público cuando es «vox populi» que los políticos se desplazan en coches de alta cilindrada a la velocidad que les da la gana, escoltados por deportivos que no tienen escrúpulos en ir al ritmo que les apetece. Quizás les va el rollo de las carreras ilegales. Pero eso es otro tema aparte.
Cuando los iconos de una sociedad predican con semejantes ejemplos, dan ganas de apagar la televisión. Y aunque la apaguemos. Los niños calcarán de mayores lo que «mamen» de pequeñitos, empezando por su casa y su familia. Esto podría calificarse perfectamente como «mala educación vial». Luego habrá que preguntarse por qué cuando son adultos son poco o nada receptivos a los mensajes de tráfico.
Afortunadamente, también pueden verse famosos apoyando la seguridad vial, consejos para los más pequeños o mensajes encubiertos de prudencia en cine y televisión, pero no es lo que abunda.
No hay que esperar a que muera alguien para hacer algo. Señores políticos, aplíquense ustedes mismos la «tolerancia cero» y gánense el orondo sueldo que perciben. En cuanto a los famosos, está claro que con el sistema de multas actual, sólo los dejan sin dinero suelto. Ni quitándoles el carnet, como tendrán chófer… Unos nacen con estrella y otros estrellados.
Mítico también el caso de la campaña de Estopa y el Neng recomendando precaución desde Antena 3 con el cinturón tomando cañas (http://www.youtube.com/watch?v=8iTDgzdeET8). Que sí, que luego lo arreglaron, pero… envía ovoproducto, como diría Alvarez Cascos.