El simpático utilitario japonés con forma de monovolumen tiene como tope de gama (5 puertas) una versión diesel y con cambio automático. Si se busca entre las posibilidades que ofrecen los rivales de la marca de los diamantes, muy pocos utilitarios automáticos diesel de esta potencia -95 CV- vamos a encontrar. Conozcámoslo.
La gama Colt se divide en 3 puertas (CZ3), 5 puertas y coupé cabrio (CZC). La única opción automática es nuestro protagonista, el Colt 1.5 DI-D Allshift Instyle. Mitsubishi ha apostado fuerte por el diesel, ya que en gasolina usa cilindradas 1.1 (75 CV) y 1.3 (95 CV) y estan peor equipados. Esto referente a 5 puertas, ya que en versión CZ3 y CZC es un poco diferente. El motor diesel es de 3 cilindros en línea, 12 válvulas, utiliza turbocompresor, inyección common rail e intercambiador de calor.
Pero centrémonos en el cambio automático. Una modalidad de caja automática que se está extendiendo mucho, sobre todo en segmentos como éste, es el de manual robotizada. No es automática pura, es lo más parecido a tener a un robot sentado a nuestro lado cambiando las marchas, ocupándose del embrague (como buen automático, no tiene el pedal) y jamás se cala, aunque circulemos a 120 km/h y hagamos una frenada de emergencia. El cambio del Colt se llama Allshift (6AMT), y como sus siglas indican, es de 6 velocidades.
La palanca selectora nos permite modo R (marcha atrás), N (neutral/parking), D (drive, automática) y el modo secuencial. Obviando la evidente función de la R, pasemos a la N. La posición neutra es la que engranamos al detener el Colt, temporal o totalmente. No es una sustituta de la posición P de otros automáticos, si no echamos el freno de mano, el coche está «suelto».
En posición D, el cambio funciona de forma automática. Su funcionamiento no es totalmente óptimo desde el punto de vista mecánico y económico, pues hace subir el consumo respecto a la versión manual del Colt 1.5 DI-D, cambia a más revoluciones de las que debe, pues el motor acepta cambios a menos revoluciones (como puede comprobarse en modo secuencial). Lo normal es que no permanezca por debajo de 2.000 RPM (por encima de las RPM de máximo par: 1.800 RPM). Me dio la impresión de estar conduciendo un 1.5 gasolina automático en vez de un diesel.
Los cambios son suaves y las transiciones apenas se notan, de hecho es más suave que berlinas diesel automáticas bastante más caras. El cambio Allshift facilita al conductor centrarse en la carretera exclusivamente. Es especialmente recomendable para aquellos conductores que no les gusta cambiar o los que no cogen el coche con mucha frecuencia y no tienen las habilidades de cambio muy afinadas.
Un pequeño problema que tiene el cambio Allshift es que en la simulación de adelantamiento (80-120 km/h), pisando a fondo el pedal, inserta la 3ª y en mitad de la maniobra, mete 4ª (apenas pierde el tirón). Tarda unos 10,14» en hacer la maniobra. Si utilizamos el modo secuencial en 4ª velocidad, respeta la elección y no reduce, manteniendo la marcha engranada. De este modo, 8,67» ¿por qué? Las bajas RPM de un turbodiesel cunden más que las altas en una maniobra como ésta.
Como el Allshift apura un poco más las marchas que en secuencial, el consumo es sensible al uso. Dependiendo de la forma de pisar el acelerador, la variación del gasto es apreciable. Basta con levantar el pedal un poco para que «capte la indirecta» y engrane la marcha siguiente.
La 6ª la mete pocas veces, sobre todo la usa en autopista. A más de 100 km/h la inserta, pero puede perfectamente engranarse a más de 60-70 km/h en modo secuencial. Por ello, es mejor ir en autopista en 6ª secuencial para asegurarnos que el modo automático no usa la 5ª, pues subirá el consumo y la sonoridad.
Veamos ahora el modo secuencial.
La máxima simplificación: + y –. Es decir, marcha arriba, marcha abajo, como en un juego. No hay embrague, no hay complicaciones. Tampoco hay que pensar en la palanca, en el tablero de instrumentos vemos perfectamente la marcha en la que vamos en cada momento. Veremos el símbolo de una flecha hacia arriba o hacia abajo a veces, es la caja, que nos sugiere realizar un cambio a marcha más corta o más larga.
Si nos distraemos de nuestra tarea de cambiar, la caja nos echa una manita cambiando en situaciones especiales. Por ejemplo, vamos circulando por ciudad y nos sorprende el ámbar de un semáforo. Circulamos en 3ª y detenemos el coche. No hay que reducir, basta con pisar el freno. Al detenernos, está seleccionada la 1ª para salir.
Otro caso. Vamos en 2ª y nos sorprende una tremenda cuesta ascendente a baja velocidad. No hay que temer que se cale, para nada. Cuando el motor baja de 1.000 RPM la caja actúa instantáneamente. De hecho, como es tan suave, muchas veces nos daremos cuenta a posteriori que la caja ha cambiado de marcha sin que nos hayamos dado cuenta o hayamos pensado en hacerlo. Esta asistencia es fundamental, especialmente para conductores que no son habituales o tienen cierto «temor» a conducir.
Si estamos adelantando y el motor llega a 4.000 y pico vueltas y nervios puntuales no nos dejan acordarnos del cambio, pasa a la marcha siguiente antes de cortar inyección, para no perder agilidad en la maniobra.
El gasto, aunque no es de récord, es lo suficientemente bajo como para que este Colt sea muy apetitoso. Puede superar los 900 km de autonomía. Utilizando el secuencial la mitad del tiempo y automático la otra mitad, el gasto rondó los 5,1-5,3 litros de gasóleo. En automático puro, estará cerca de 6 litros por arriba y por abajo. Utilizando el secuencial puro, podemos obtener el mismo consumo que con la versión manual, que también es de 6 marchas, pero con más comodidad.
El motor empuja como si fuese un 4 cilindros, pero es más vibrón y ruidoso por su configuración tricilíndrica. Al tener 3 cilindros, no gasta necesariamente menos. Ya me referí a esto con el SEAT Ibiza 1.4 TDI (3 cil.), que no gasta menos que rivales con la misma potencia y 4 cilindros, pero es otra historia.
Ventajas
El carácter práctico del pequeño Mitsubishi es más que notable. El habitáculo está repleto de portaobjetos específicos para cada necesidad: bebidas, dinero suelto, teléfono móvil, billetera, llaves de casa, chicles, cajas de CD, etc. En este sentido, sólo la bandeja portaobjetos bajo el asiento del acompañante es un extra, todo lo demás viene de serie.
El puesto de conducción es muy bueno, sólo le falta regulación en profundidad del volante y tener el respaldo del asiento un poco menos duro. Los mandos son perfectamente localizables y al alcance de la mano, facilitando su manejo. Cuidado, el climatizador parece automático, pero es totalmente manual. La visibilidad de la diagonal izquierda está parcialmente obstruida por el pilar A.
Tras el volante se hayan escondidos los mandos del sistema de audio, fáciles de controlar al tacto. En cuanto al ordenador de a bordo, su manejo no es muy intuitivo y puede distraer: si queremos alternar el modo reset manual/reset automático, hay que pulsar los botones del reloj (parte superior de la consola central) y para cambiar de modo, hay que pulsar el botón MODE/SET sobre el equipo de audio. Un poco incómodo, la verdad.
Hay detalles de cierto lujo, como los asientos de cuero o la calefacción integrada en los asientos delanteros, algo que se agradece mucho en invierno.
La guantera no es muy grande, pero tiene monedero y además tiene espacio para una botella, que irá fresquita si el aire acondicionado está puesto.
Por su diseño tipo monovolumen, permite un gran desahogo a sus pasajeros por sus generosas medidas interiores, de las mejores en su segmento. Los asientos traseros tienen desplazamiento longitudinal, con lo que o bien se gana espacio para el maletero o para las piernas de los ocupantes traseros. El maletero tiene de 220 a 1.020 litros de capacidad, dependiendo de la configuración. Fíjate en el siguiente vídeo:
Desventajas
Lo peor del Colt es la sonoridad. Por un lado, el motor tricilíndrico es un poco ruidoso, y en modo automático, el que circule a más revoluciones en algunos momentos aumenta el nivel de ruido del habitáculo.
Por otro, el diseño del pilar A (une parabrisas con capó) no es muy bueno aerodinámicamente hablando y en autopista el roce con el aire se nota lo suyo. A más de 120 km/h hay que subir el volumen del equipo de sonido (que no soporta MP3) o el de la voz para conversar.
El diseño de los asientos no ofrece una sujección lateral óptima en curvas, aunque el coche se sujeta muy bien y se balancea poco, pero el cuerpo se mueve. Además, la plaza central es incómoda para la espalda ya que alberga un tímido reposabrazos desplegable. Una pena, porque el tunel central es bajito y permite colocar los pies cómodamente en esa plaza.
Por último, decir su precio es un poco elevado, 19.520 euros según la tarifa vigente. Siendo justos, hay que valorar los asientos de cuero, el cambio automático… Está mejor equipado que el modelo siguiente más barato.
Conducción y dinámica
El Colt incorpora un control de estabilidad y tracción no desconectable, pero parece que no lo necesita. A menos que se apriete mucho al Colt, su comportamiento es neutro y predecible, no ofrece sorpresas. Traza las curvas bien sin invitar a correr, pero sin torcerse. Un poco duro al pasar sobre asfaltos rotos, pero esto es debido más a los neumáticos de perfil bajo que a la suspensión, que está tarada entre confort y eficacia.
El motor empuja bien y fuerte desde 1.500 RPM hasta pasadas las 4.000 vueltas, donde se desinfla poco pero no empuja más, normal en un diesel. No suena como un motor de combustión, parece mitad gasolina y mitad diesel, es bastante particular. Por encima de 3.000 vueltas es significativamente ruidoso.
La dirección es efectiva y rápida, permite maniobrar con comodidad en ciudad y trazar de forma precisa en zona de curvas. Eso sí, está un poco desmultiplicada (más giro de volante para el mismo giro de coche). Frena estupendamente, a pesar de tener tambores en las ruedas traseras. En resumen, es un coche muy bien pensado para la potencia que tiene. Chasis y motor encajan como un guante a medida.
En cuanto al cambio, en modo automático tiene un tiempo de reacción bastante común, por ejemplo pisando a fondo (posición kick-down). En modo secuencial, al ordenar un cambio y este es posible, es más o menos tan rápido como un cambio manual incluyendo el manejo del embrague.
Seguridad
El Colt es un utilitario seguro, pero los hay más seguros (Clio, 207, Grande Punto, Corsa, y Yaris). Cuenta con 4 estrellas EuroNCAP de protección de ocupantes y 3 estrellas de protección infantil. Su capacidad de protección frente atropello a peatones es baja, sólo una estrella.
Su equipamiento de seguridad consta de airbags delanteros frontales, laterales y de cortina, cinturones de seguridad de 3 puntos (y 2 chivatos), fijaciones ISOFIX, ABS, distribución electrónica de frenado (EBD) y control de estabilidad y tracción (MASC y MATC). Los cinturones tienen limitador de esfuerzo para reducir la severidad de las deceleraciones sobre el cuerpo.
Una anécdota al respecto de su seguridad activa la sufrí a poco tiempo de recoger el Colt. En Mar de Cristal (Madrid) me detuve en un semáforo y pasados unos segundos, vi por el retrovisor un coche que se me echaba literalmente encima, un Hyundai Elantra. Chocó contra mi a unos 15-20 km/h. Ni me enteré. Bajé del coche preocupado por el estado de mi paragolpes, pues mis cervicales estaban perfectamente.
Apenas 2 arañazos de nada (las fotos de arriba no están retocadas), y el otro coche, con signos evidentes de que el conductor se había dado más de un golpe (su excusa fue que confundió el freno con acelerador). No pasó de ser una tontería, pero de haber tenido el reposacabezas mal puesto, me habría acordado del conductor al intentar dormir por dolores de cuello. Por el sonido del golpe, pensaba que el paragolpes estaría en el suelo o partido por la mitad.
A modo de resumen
El Colt automático es un modelo que podríamos considerar único al combinar motor diesel, cambio automático de 6 marchas y una insólita versatilidad interior. Quitando el hecho de que es un poco caro (hay que tener en cuenta el equipamiento) y de la sonoridad, es totalmente recomendable. Si no te gusta cambiar, te viene muy bien. Y si te gusta cambiar, pero el pedal del embrague te parece cosa del pasado, también. Si te aburres de cambiar, pones la palanda en D y listo.
A poco de haber obtenido el carnet conduje un C2 diesel con cambio automático y la experiencia me gustó lo suficiente para haber comprado un modelo como ese. Las cajas automáticas tienen sus detractores, pero en casos como el del Colt, se agradece que esten ahí.
En pocas palabras, un modelo muy recomendable.
Si te queda alguna duda, deja un comentario 😉
Muchas gracias por los comentarios sobre el cambio allshift. tengo un smart fortwo y lo voy a cambian por un colt con este tipo de cambio y tenia dudas por si era tan lento como el del smart. Despues de tus comentarios me he decidido a comprarlo. Saludos
Vaya, esta mejor de lo que me pensaba. Salvo por el precio.
Ya puestos, no habras analizado, por algun casual el Hyundai Accent Sedan 1.5 Diesel (el de 110 CV)? Tambien me interesa.
Gracias de antemano.
No he probado ningún Hyundai todavía, pero el motor es el mismo que el del Kia Rio (si no me equivoco). Lo probé hace 2 años y no recuerdo claramente como iba, pero recuerdo que gastaba un poquito más de lo normal y que era sensible al uso. Del resto del coche poco o nada más te puedo decir.
Cierto, comparten todas las plantas motrices. Pero, supuestamente, el Accent es un Rio un pelin mas avanzado (aerodinamica y materiales), y hasta el momento me han hablado muy bien de ese coche, pero me gustaria oir la opinion de un experto, ya que carezco, desgraciadamente, de tiempo para probar todos los coches y tomar una decision logica.
Saludos!
buenas…que tal va el modelo gasolina 1.3?…usa correa o cadena de distribucion como el toyota yaris?…y entre el colt y el yaris con cual te kedas?…muchas gracias un saludo.
No he llevado el 1.3, su nombre es 4A91, y va movido por cadena.
Entre el Yaris y el Colt, suponiendo que me hablas de generaciones equivalentes, el Colt me gusta un poco más, aunque es más espartano. De todas formas ni uno ni otro es santo de mi devoción, si hubiese comprado un utilitario no me habría fijado ni en uno ni en el otro.