Llegamos a la parte final de esta comparativa con los dos modelos que quedaban por analizar, el Citroën C3 y el Opel Corsa (modelo de 2004), ambos diesel y en torno a los 100 CV de potencia. Pero, ¿por qué un modelo retirado del mercado?
Fácil, sirve para que veamos qué ha cambiado en este segmento utilizando como referencia uno de los modelos de más éxito. El Corsa C apareció en el mercado en 2000, antes que el C3, y se produjo hasta 2006, cuando tomó el relevo el Corsa actual. La versión comentada es del último restyling que sufrió el modelo, en 2004.
Por otro lado, el Citroën C3 que analizamos supera los 100 CV de potencia, es un 1.6 HDi de 109 CV, escalón de potencia sólo superado por el Fiat Grande Punto de 120 CV, el Ibiza FR-Cupra de 130/160 CV, VW Polo GT de 130 CV y el Nuevo Opel Corsa de 125 CV, siempre pensando en gasóleo y en utilitarios. El motor de 109 CV va asociado exclusivamente al tope de gama del C3.
Comencemos hablando del francés:
— Citroën C3 —
Fotos: Citroën C3 1.6 HDi Exclusive
A finales de 2005 el C3 sufrió modificaciones estéticas, interiores e incluso referentes a la seguridad (referentes a estructura). En el exterior, los cambios son mínimos: la parrilla tiene otro contorno y el paragolpes delantero, en la parte superior, recibe más aire. La matrícula está un poco más baja que en la primera serie del C3. Como colofón la gama recibió llantas y embellecedores nuevos y otros colores de carrocería.
En el interior, Citroën hizo diversos cambios para callar las críticas que recibió sobre los materiales y la calidad de los ajustes. La sensación de calidad percibida mejora respecto a los primeros C3, por otra parte, la versión comentada, Exclusive, está muy bien equipada. De hecho, es el actual tope de gama de los C3. Si comparamos su acabado con sus rivales de última hornada, no está al máximo nivel, más bien en el medio.
Dejando al margen los cambios sufridos, el C3 como «concepto» no cambia. Una carrocería 5 puertas elevada, con mayor espacio para la gente alta (casi 2 metros) y mucha visibilidad. En el carácter práctico ya no destaca tanto frente a sus rivales, ya que dispone de pocos huecos y con una capacidad discreta. La versión Exclusive tiene más carácter familiar al disponer de bandejas plegables atrás y los ocupantes delanteros pueden vigilar a «la chiquillería» con un espejo cercano al retrovisor, que es ajustable. Tres adultos irán un poco apretados atrás, por anchura y por espacio para las piernas, pero si son niños, sin problemas.
El C3 no responde a un planteamiento tan deportivo como el Ibiza, el Punto… pretende más bien ser un coche tranquilo, de comportamiento más conservador, pero siendo estable. El tarado de la suspensión es diferente a los primeros C3, me pareció un poco blanda pero con un retorno duro. El motor permite ir «rapidito» en carreteras interurbanas, pero el coche no invita a tomar curvas rápidamente, ya que la dirección no es muy precisa y por los balanceos, aunque leves, de la carrocería. Por lo tanto, va más recomendado a estilo de conducción tranquilo, pero con una reserva de potencia disponible.
El puesto de conducción está pensado en el confort más que nada. El volante no se regula en profundidad, aunque no cuesta trabajo encontrar una buena posición al volante. Los asientos de la versión Exclusive cuentan con unas considerables rebabas en los asientos que mejoran el agarre, aunque el cuerpo desliza un poco sobre la tapicería de cuero (opcional). La instrumentación es clara y concisa. Puede regularse la intensidad en varios niveles, incluyendo el apagado total excepto del velocímetro, para largos viajes nocturnos.
El maletero es el más grande de la comparativa, 305 litros, ya que la carrocería así lo permite. La pieza que vemos en la fotografía, pegada a los respaldos de los asientos traseros, permite poner un «falso piso» en el maletero para colocar unos objetos debajo y otros por encima. Citroën lo denomina «Moduboard». Si los asientos traseros están abatidos, consigue un piso de carga totalmente plano. Plegado apenas ocupa espacio.
La dirección es una delicia al tacto, pero un poco indirecta e imprecisa. En esta versión, el volante está forrado con cuero y dispone de unos pequeños topes para mejorar el manejo cerca de «las 10 y las 2». El cambio de marchas, como es habitual en el grupo Peugeot-Citroën (PSA), tiene un tacto pastoso e impreciso. Además, es de cinco marchas. Este motor estaría mejor aprovechado con 6 marchas, sirvan de ejemplo el Clio 1.5 dCi de 105 CV y el Fiat Punto 1.3 Multijet de 90 CV.
El equipamiento es una gran baza de este modelo, lleva prácticamente de todo: 4 elevalunas, varios airbags, ordenador, regulador/limitador, climatizador, espejo interno, bandejas plegables, Moduboard, etc… Con extras puede llegar a nivel de auténtico lujo, como asientos calefactables de cuero, navegador, teléfono integrado, techo solar, etc.
¿Qué nos ofrece su motor?
– 1.6 HDi (109 CV)
Este propulsor, conocido en la marca francesa, dota al C3 de una gran agilidad y de un plus de potencia que el motor 1.6 HDi de 90 CV no ofrece. Especialmente recomendado para quien quiera adelantar con frecuencia o viajar cargado en zonas de orografía compleja, en caso contrario es posible que el motor de 90 CV sea suficiente, y de paso se ahorre un dinerillo. Para un uso fundamentalmente urbano, el motor de 70 CV da la talla.
El propulsor de 109 CV lleva un filtro antipartículas con mantenimiento programado dentro de las revisiones de la marca. Su respeto al medio ambiente es muy alto, es el segundo motor menos contaminante de la comparativa (en primer lugar está el Fiesta 1.6 TDCi de 90 CV), en cuanto a consumos, es eficiente, con una media de 4,7-4,9 litros /100 Km. (la marca declara 4,5 litros/100 Km.), o lo que es lo mismo, entre 900 y 1.000 Km. de autonomía.
Alcanza los 190 Km/h de punta, acelera de 0 a 100 Km/h en 9,5 segundos y realiza una maniobra de adelantamiento típica (80-120 4ª) en 7,8 segundos. No es espectacular, pero si en la línea de lo que podemos esperar de un utilitario de 100 CV. De toda la comparativa, es el modelo más potente. Responde bien a bajas revoluciones y entrega el par máximo -240 Nm- a 1.750 RPM. En conjunto, es uno de los motores más agradables de este nivel de potencia en este segmento.
Si renunciamos al equipamiento tope de gama, el C3 puede ser propulsado por un 1.4 HDi de 70 CV y un 1.6 HDi de 90 CV. Estos motores son los mismos que monta el Ford Fiesta TDCi y el Peugeot 207 HDi.
– Lo mejor y lo peor
Las ventajas del C3 están en el agrado de conducción, si no buscamos un comportamiento deportivo pero queremos comodidad, en su habitabilidad o en la relación equipamiento-motor/precio. Con los habituales descuentos de Citroën, se puede adquirir este modelo con un generoso equipamiento (el mejor de todos a igualdad de precio) por poco más de 16.000 euros. Su nivel de seguridad es de 4 estrellas EuroNCAP.
¿En qué no es tan bueno? En fundamentos de diseño: los elevalunas están en una posición mal pensada (donde el cambio de marchas), faltan portaobjetos, el puesto de conducción puede mejorar y tiene cierto déficit de sujección lateral. La elección del 1.6 HDi de 109 CV se justifica si se busca más alegría en la conducción, pero considero que 90 CV para este coche son más que suficientes.
— Opel Corsa (2004) —
Fotos: Opel Corsa 1.7 CDTI Sport 3p
El Corsa retirado el año pasado del mercado nos ayuda a ver la evolución que experimenta este segmento. De coches para ciudad y de pocos requisitos están pasando a ser duros competidores de sus hermanos mayores, los compactos. Si empezamos por el «envase», se aprecia que la imagen del Corsa estaba un poco desfasada en comparación con sus rivales en 2006. Se vendía en 3 y 5 puertas, como la gama actual. En la presentación nacional del nuevo modelo ya advertí considerables diferencias.
Por dentro, el Corsa aparentaba ser «menos coche» por los materiales y los ajustes de acabado. Por ejemplo, las palancas del volante no ofrecían un tacto robusto y algunos plásticos dejaban una impresión visual más bien pobre. También delataba su antigüedad el tamaño del display, como le pasaba al Peugeot 206 (reemplazado en 2006 por el 207). Otro detalle que le clasificaba como coche sencillo era el particular sonido a «chapa» al cerrar las puertas, por poner un ejemplo.
En espacio quedaba un poco justito, especialmente en las plazas traseras, donde no sobraba espacio para las piernas. La sujección lateral era pobre, a cambio, un pasajero en el asiento central iría un poco más cómodo al sentarse, aunque el túnel central le restase sitio para estirar las piernas. De huecos y portaobjetos andaba también un poco escaso. El maletero se quedaba corto, 260 litros, ampliables mediante abatido, pero corto al fin y al cabo.
Al volante el Corsa tenía un tacto de dirección indirecto, distante del nivel que ofrecían sus rivales, aunque su manejo era muy suave y la asistencia variable. Su comportamiento era menos estable, pues la carrocería sufría ciertos balanceos y la suspensión no era tan agradable, pues en los montículos urbanos acusaba un retorno muy seco.
Tengamos presente que estoy haciendo un «agravio comparativo» con los modelos contemporáneos. Respecto al cambio, tenía un tacto duro y de movimiento era un poco lento. En el aspecto dinámico, el sucesor del Corsa está muy lejos respecto al modelo que ha sustituido. Disponía de dos motores diesel, que fueron novedad en 2004:
– 1.3 CDTI (70 CV)
Esta motorización sigue disponible en la gama actual, pero con una ligera ganancia de potencia, 5 caballos más. Era el escalón de acceso en diesel y lo sigue siendo ahora. A diferencia del propulsor 1.3 Multijet de Fiat (son prácticamente iguales) no era perezoso a bajas revoluciones y ofrecía una respuesta exenta de brusquedad. No daba la sensación de ir precisamente corto de potencia, y pesaba lo mismo que el Corsa actual. Conseguía alcanzar los 165 Km/h y aceleraba de 0 a 100 Km/h en 13,5 segundos.
El Corsa 1.3 CDTI de 2004 fue uno de los primeros coches que probé. El análisis que hice en su momento no era tan exhaustivo como ahora ya que no tenía mucha experiencia.
– 1.7 CDTI (100 CV)
Actualmente reemplazado por un 1.3 CDTI de 90 CV, el 1.7 era en su momento un propulsor de rendimiento bueno, con unas prestaciones respetables. Su «alta cilindrada» le proporcionaba una buena «patada», o recuperaciones ágiles, menos refinado que sus rivales de menor cilindrada. Al igual que el Ibiza 1.9 TDI, su mayor empuje tenía como contrapartida más vibraciones, mayor sonoridad y un consumo que no era precisamente de récord. El 1.7 CDTI me gastó unos 5-5,3 litros cada 100 Km.
Conseguía alcanzar los 188 Km/h y aceleraba de 0 a 100 Km/h en 11,5 segundos. La tendencia en motores es reducir cilindrada y mantener las prestaciones del motor anterior. Este propulsor fue posteriormente potenciado a 125 CV y equipado con un filtro de partículas para la gama actual del Corsa. El motor 1.3 que reemplaza el lugar del 1.7 de 100 CV baja el gasto y tiene unas prestaciones sensiblemente inferiores.
– Lo mejor y lo peor
El Corsa antiguo tenía como fundamental ventaja un precio muy interesante, ya que en cuanto a equipamiento estaba más o menos en línea con sus rivales de entonces, el Seat Ibiza, el Fiat Punto (2004), Renault Clio (2004, actualmente se comercializa como Clio Campus), Peugeot 206… Al aumentar el equipamiento de serie y los sistemas de seguridad (contaba con 4 estrellas EuroNCAP) el precio se ha encarecido un poco en la gama actual, pero compensa sobradamente.
Su planteamiento se fue quedando desfasado poco a poco, según iban modernizándose sus rivales o apareciendo las nuevas generaciones. De comportamiento andaba en el promedio, como en habitabilidad, maletero, nivel de seguridad, calidad de acabado… Era una de las mejores opciones a considerar.
Podía mejorar en el comportamiento dinámico (sus rivales lo hicieron), en algunas lagunas de equipamiento, habitabilidad, mayor maletero, robustes y calidad de los ajustes… Todos esos lunares han sido corregidos en la gama actual.
Y bien, ¿hacia dónde va el segmento utilitario?
Como hemos visto a lo largo de esta comparativa, la tendencia es dejar de lado la faceta de coche sencillo para ciudad y pasar a ser compactos pero un poco más pequeños. Crecen en prestaciones, dimensiones, calidad, seguridad, equipamiento de serie y opcional, tecnología, respeto al medio ambiente… en resumen, están mejorando en todos los aspectos. Ya nadie se plantea comercializar versiones sin dirección asistida, con menos de 70 CV, sin sistemas de seguridad mínimos, sin soluciones tecnológicas…
Lo bueno del segmento utilitario es que las versiones básicas están relativamente accesibles a muchos bolsillos y aunque no estén muy equipados, son todo un avance respecto a las generaciones previas de este tipo de turismos. Las versiones tope de gama de los utilitarios a veces son más interesantes que el compacto de la misma marca, pero con menos potencia o menos equipamiento, ya que lo normal es que el compacto sea más caro.
La seguridad es uno de los avances más relevantes, ya que los modelos que están apareciendo últimamente consiguen las 5 estrellas EuroNCAP y en cuando a seguridad activa, la popularización de los airbags y el control de estabilidad convierten a los utilitarios en máquinas muy seguras, dejando atrás la imagen de «coche con el que nunca me quiero dar un golpe». Esto a largo plazo quizás ayude a rebajar las víctimas mortales entre la población joven, que es la que más utiliza este tipo de turismos.
De acuerdo estamos en que el precio ha ido aumentando año tras año, pero se obtiene más coche. El crecimiento de potencia de los motores también va asociado al rendimiento. Un utilitario turbodiesel actual puede conseguir con el mismo consumo que un antepasado atmosférico «sin caballos» hacer adelantamientos que no logran berlinas de 120 CV de potencia al ser más ligeros.
Tomo eso como una medida de seguridad (menor exposición al carril contrario) y no como una invitación a que los conductores de utilitarios se conviertan en pilotos de carreras. El comprador sale ganando, cada vez tiene en sus manos mejor coche y eso redunda en su beneficio.
De entre todos los modelos analizados en esta comparativa, cada cual encontrará un modelo con el que se sienta más agusto, no pretendo hacer una elección definitiva entre los 6 ya que es muy difícil decidir. Los 6 me parecen muy recomendables, sin demérito de otros utilitarios como el Toyota Yaris, el Peugeot 207, Hyundai Getz, Suzuki Swift…
Espero que estos artículos te ayuden a decidirte o a orientarte en tu futura compra, que te hayan enseñado algo o simplemente que te hayan entretenido. Como siempre, invito a los propietarios de alguno de estos modelos a dejar su experiencia y a los dudosos a plantear preguntas.
Podrás conocer más información, precios, opciones, datos técnicos… en las páginas web de los fabricantes: Citroën, Fiat, Ford, Opel, Renault y Seat.
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(*): Mediciones con velocímetro, cronómetro y ordenador de viaje
Fotografía: Carlos del Valle Cifuentes
Buen día, soy de Brasil, y me gustaría saber donde puedo comprar el comando automático de aire acondicionado corsa. ¿Sabe usted de cualquier sitio que tiene? Gracias
No sé en Brasil, pero en España yo pediría presupuesto a Opel o miraría en desguace (solo si estoy sin dinero).