Peso entre 65 y 70 kg, dependiendo de la alineación de los planetas, pero eso ahora, que he ganado peso. Tradicionalmente he sido un peso pluma, y en relación a mi estatura (1,72 m) siempre se me ha dicho que estaba muy delgado. Daba igual que comiese como si me hubiesen sacado de un campo de prisioneros y que no respetase dieta alguna. Me enamoré y gané 15 kilos en menos de un año.
Entre eso y que, a diferencia de los adolescentes modernos y mucha gente de mi generación, no he acostumbrado mi hígado a nadar en alcohol, no soy demasiado tolerante con esta droga social. Casi todas las bebidas fuertes no las aguanto, y de las suaves, pues casi exclusivamente me gusta la cerveza. El Vodka por ejemplo no lo puedo ni oler, o me da un «pantallazo azul».
Hay momentos en los que me apetece pillarme un pedal, pero sin acabar llorando llamando a mamá u olvidándome de mi DNI. Lo hago entre amigos, cerquita de casa, y con las llaves del coche criando polvo en una estantería del salón, como debe ser. En otras ocasiones también tengo la oportunidad de beber, pero procuro no hacerlo más que nada por prudencia.
Por ejemplo debe haber una relación 9:1 u 8:1 de las presentaciones en las que se ha servido alcohol en las comidas versus en las que eso no era posible. Esto puede parecer una burrada, pero os aseguro que es así. Y lo peor no es que se sirva, sino que se beba, pero en fin, ellos sabrán. Otro lugar donde es propicio el bebercio es cuando se está haciendo «networking», o en la lengua de Cervantes, entablando relaciones.
En más de una presentación he conseguido sonsacar algún detallito a cierto responsable de una marca, bastaba con esperar a que hubiese probado el vino blanco y el tinto, que entonces se activa el síndrome de la sinceridad y es más fácil obtener detallitos. Por supuesto en esos momentos apenas paso de probar el vino (si luego me aguarda la cama), ya que no quiero que el boomerang me de en la nariz.
A veces dejar a los demás beber es divertido. Recientemente tuve la oportunidad de comprobarlo de nuevo. Estuve hablando con tres blogueros muy majetes (a dos los conocía ya) y mi novia, que me acompañó en una presentación nocturna. A partir del tercer o cuarto cubata hacer amigos es más rápido que con los donnetes. Servidor se había tomado dos cocacolas, luego había que coger el coche.
De todas formas, aunque me hubiese tenido que volver en Metro, con tres o cuatro cubatas el que os escribe estas palabras empezaría a reírse hasta de la teoría de la evolución o de cuánto significa 2+2, a lo que contestaría «¿En base decimal, octal o hexadecimal?». Parece que no, pero poco a poco se te va yendo la olla y aunque eres consciente de ello, te da igual, te desinhibes y todo te parece más divertido (o más deprimente, según sea el caso).
Parece mentira que una de las armas del informador espabilado, además de una grabadora o la mala leche, también sea dejar que tu interlocutor beba, usar un poco de paciencia y esperar. Los resultados están garantizados. Como aquella vez que, estando de juerga, un ucraniano de 50 y pico que no conocía de nada me empezó a contar su vida, me enseñó la tarjeta de residente, su móvil, dónde vivía, con quién zumbaba y las cosas que había hecho en la vida.
Y ni tuve que preguntarle. Eso sí, olía a Vodka que como alguien encendiese un mechero, habría visto lo más parecido a lo que hacían esos seres mitológicos llamados dragones, por exceso de etanol en el ambiente. Paradójicamente, la borrachera de ¿Dimitri? ¿Hristo? (no me acuerdo) consiguió que tanto mi pedal como el del amigo que me acompañaba se desvaneciese. Es que era demasiado surrealista…
Prefiero pensar que no quería ligar conmigo :mrgreen:, soy de los que se hace el difícil.
Fotografía: burningkarma (Flickr)
Si has engordado quince kilos desde que tienes novia es que no tienes tiempo para el gimnasio o sales de comida o cena mucho con ella.
Y lo de los «borrachuzos» de la foto es un tema que merece una tesis sociológica.
@Franciscus seguí comiendo de la misma forma, todo el cambio fue a causa de eso. Luego a base de gimnasio bajé de paso y recuperé el mismo, pero ya de masa útil. Ahora estoy con el IMC correcto para mi estatura.
toma ya !! ahora javier se esta poniendo musculosito =P jejeje es bromaa =P
Pero somos los dos igual ( bebiendo ) cuando salgo por ahí ( y mira que yo no cojo coche ) solo bebo coca cola fanta 7up cosas asi, y la gente se extraña, pero es muy divertido ver a la gente haciendo el chorra xD jajajaja no tiene precio eso jejeje
Yo no necesito beber para socializar. Si la gente bebe para pasárselo bien es porque en realidad no se lo está pasando bien. Yo intento apuntarme solo a planes donde uno no necesite drogarse para tener un rato divertido. No fumo, no bebo… y como le he dicho a mis amigos, si algún día me tengo que morir joven me gustaría que fuese conduciendo un deportivo.
jajajaj, La verdad sea dicha Sr Costas que ese día se nos fue de las manos, menos mal que yo supe abandonar a tiempo.
Espero verte pronto por algún que otro evento, aunque ya en 2010! 😉