Han pasado 20 años desde la Expo de Sevilla, Barcelona 92 y el nacimiento del SEAT Toledo. La cuarta generación es completamente nueva y se acerca más al concepto del primer Toledo, una berlina económica y práctica. El modelo nuevo es el más grande de los cuatro: 4,48 metros de largo, y con 550 litros de maletero.
Hay quien se empeña en llamarlo el nuevo Córdoba, pero es más grande (el Córdoba medía 4,28 metros) y no hablamos de un Ibiza con maletero grande. La batalla (distancia entre ejes) es 2,60 metros, 80 mm más largo que el Toledo II. Para facilitar la carga, el maletero incluye la luna, como en el Toledo I y Toledo III.
El precio del SEAT Toledo de acceso, Emoción, es agresivo, desde 13.990 euros, aunque con motor gasolina de 75 CV y sin aire acondicionado de serie. Por encima todos los Toledo andan en la horquilla de 17.500 a 22.150 euros, con más equipamiento (Reference y Style) y motores de hasta 122 CV.
La nueva berlina de SEAT puede tener un equipamiento impensable en el primer Toledo, y con un precio contenido en relación a grandes berlinas del segmento D a igualdad de equipamiento. También promete consumos ajustados en todos sus motores, la mayoría no paga impuesto de matriculación.
Se empieza a vender en España el mes que viene, antes que en los demás países europeos. La estrella será el 1.6 TDI de 105 CV (desde 19.400 euros), el año que viene también habrá un modelo de 90 CV también alimentado a gasóleo y por tanto más barato. Se fabrica en la República Checa.
En función del nivel de equipamiento tiene o puede tener radio-CD con mandos en el volante, asientos delanteros con calefacción, climatizador monozona, cofre central con reposabrazos, navegador a color, Bluetooth, apagado automático del motor en los semáforos, llantas de 17 pulgadas, etc.
Ese es el Toledo que tenía que haberse echo en lugar del enjendro derivado del Altea que parecía el coche que diseñó Homer.
En su momento se creyó que triunfaría una carrocería más monovolumen por la fiebre del segmento, pero hacía falta algo más grande que el Altea porque no cabía el carrito para el bebé y eso tiraba para atrás a muchas familias. El Toledo III fue un FAIL, pero el Altea XL funcionó genial, para que luego digan que la trasera no importa 😀