
Desde muy pequeñito empecé a usar ordenadores, y según fui aprendiendo, le fui dando importancia al tema de hacer copias de seguridad. En esta vida nada es infalible y es mejor tener un plan B. Todas las grandes pérdidas de datos que he tenido en mi vida han sido por causas ajenas, como cuando me robaron un portátil dentro de mi casa -entre otras cosas- o que una caja llena de discos de Amstrad (180 KB cada uno) acabase en la basura en una limpieza materna aleatoria.
Antes de los CD hice copias en disquetes (cuando eso tenía sentido) y en cintas QIC, que te dejará indiferente por no saber qué es. Te lo resumo rápidamente, cintas magnéticas que guardaban 120-250 MB y tardaban dos horas en escribirse o leerse. Desce hace 10 años apenas he grabado discos y he preferido almacenar las cosas en varios discos duros, más eficientes en relación capacidad/precio. En caso de desastre, tengo las espaldas más cubiertas.
Empecé a grabar CD-R hace 20 años. Ahora, si quisiera, podría dejar un ordenador con el contenido exacto de mis discos duros a mediados de 1997-1998, con todas mis partidas, trabajos, etc. Simplemente el ordenador notaría que hay un salto de 20 años en fechas de archivo, solo sería un problema con programas que sufran «efecto 2000». En esa época un simple disco compacto sobraba para hacer copias, pero claro, hoy día los órdenes de magnitud son más grandes, gigas o teras, y hay que hacer una inversión un poco más grande.
Deberías hacer copias de seguridad porque muchísimas cosas pueden salir mal, a saber:
- los soportes caducan o se joden
- virus informáticos
- pérdidas accidentales, como llevar un ordenador a un SAT y que borren todo
- subida de tensión en una tormenta
- rotura por caída, golpe…
Imagina que pierdes información, pero no cualquiera, la que te fastidiaría perder y que no tiene reemplazo. ¿Has hecho alguna copia? Si la respuesta es NO, sigue leyendo…
¿Qué puedes hacer tú? Pues hoy día hay muchas opciones. La más simple es comprar un disco duro externo (o uno normal con «enchufe» o dock station) con una capacidad decente, 1 TB hacia arriba, y tener una copia de todo lo que algún día eches de menos. Sale más barato que llevar un disco duro muerto a un laboratorio, donde recuperar los datos te costará más de 300 euros (siendo baratito) o resignarte a haberlo perdido todo. También tienes la opción de usar Dropbox, Google Drive, OneDrive, Mega… que en sus versiones de pago permiten almacenar grandes cantidades de información. Ahora, con conexiones de más de 10 Mb/s, esa opción no es una gilipollez.
¿Te preocupa tu privacidad y que estés dando tus fotos, vídeos y cosas personales a empresas en Estados Unidos o dondesea? Pues enlatas los archivos comprimidos con una contraseña de 20 caracteres (letras, 123, MaYúsCuLAs, $ign0$…), y ni la NSA podrá saber qué guardaste ahí. La seguridad informática está totalmente infravalorada, y te lo dice un informático apóstata.
Los DVD-R o DVD+R son opciones razonables para datos que no sean muy voluminosos, pero ten en cuenta que como soportes tienen vida limitada y que es facilísimo que se deterioren al menor arañazo, dedazo, etc. Los primeros CD que compré eran Traxdata con capa de oro, carísimos entonces, pero se leen perfectamente 20 años después. Los CD marca nisupu que compré después muchos se han vuelto completamente ilegibles, pero esos los usé para datos que no eran importantes, como películas. Un disco duro mecánico (no-SSD), que solo funciona de pascuas a ramos, puede funcionar décadas si está bien guardado.
Por experiencia, me parece mucho más recomendable guardar copias de seguridad en discos duros externos, y tenerlos guardados en su caja cuando no se usen. Es lo más fiable. Hay soluciones más sofisticadas si tienes más conocimientos y presupuesto, como un NAS (cacharro con discos duros en red, solo para copias de seguridad o servidor multimedia), discos duros redundantes (RAID), etc. Y si las copias de seguridad pueden estar en un lugar físico alternativo, como la casa de tus padres, es aún más seguro en caso de robo o gran desastre en la casa principal.
El límite de la seguridad está en donde llegue tu nivel de paranoia
Especialmente importante es guardar información muy sensible que no puede salir a la luz jamás, como -yo qué sé- esas imágenes de la noche de bodas que nadie puede ver, un vídeo en el que salgas borracho perdido, todo lo que tenga que ver con tu adolescencia en Tuenti… Hay gente que es poco inteligente y coloca eso en Internet, y cuando salen terceras personas puede cometer -en casos extremos- un delito. Hay cosas que no merecen salir a la red, lo digo en serio… Considero una inversión aprender un mínimo sobre cómo guardar información de forma que, si cae en malas manos, sea simplemente imposible obtener nada de ahí. Lo más fácil es un ZIP con contraseña, y a partir de ahí, la complejidad llega al nivel que quieras. Cuidado, si usas un método súper-seguro, el día que olvides cómo desbloquearlo date por jodido. Me ha pasado, a ver quién se acuerda de las contraseñas que usaba habitualmente hace 15-20 años… menos mal que no era un contenido de vital importancia.
Por otro lado, sí, pienso que si algunas cosas finalmente se pierden, es un c’est la vie, y a tirar p’alante. Total, estoy rodeado de gente que no parece «importarle» perder los recuerdos de media vida, en vista del poco interés que ponen en preservar eso. No es mi caso, si algún día enfermo de Alzheimer, podré reconstruir toda mi infancia con fotografías, mi adolescencia con lo que tengo en digital, y casi toda mi vida profesional con lo que está en Internet. Será la prueba de que he existido si algún día desaparezco, aunque falta mucho para eso.
Haz caso a tu amigo informático, ¡guarda tus cosas en una segunda ubicación física y lógica! Algún día puede que me lo agradezcas.
Por cierto, los disquetes de 3½ pulgadas, que guardaban hasta 1,44 MB, pueden seguir funcionando pasados 25 años si han estado bien conservados y fuera de la ausencia de campos magnéticos. Doy fe. Los CD también duran más de 20 años si son de la calidad adecuada y no se cogen como una morcilla (jamás hay que tocar la parte inferior). Los discos duros superan los 30 años, al menos los que se hacían antes. Las cintas de casete aún son legibles pasados 40, suenan igual de mal que en los 70-80. Eso es en relación a mi experiencia, y en condiciones de conservación al alcance de cualquier persona, no han estado guardados en un búnker antinuclear.
La receta es sencilla: lejos del alcance de los niños, fuera de fuentes de calor, fuera de la luz solar directa, fuera de la humedad, lejos de fuentes magnéticas (imanes, altavoces, pantallas de tubo de rayos), a salvo del polvo… El lugar casi ideal es una caja de plástico con tapa, y en el caso de los discos duros, envueltos en papel burbuja o ropa vieja. Pueden aguantar una caída al suelo muy fuerte, otra cosa es en qué estado se quede después la información, cabezales, platos…
Tú verás el cariño que le tienes a tus datos, ya sean personales o de trabajo… Si solo están en un sitio, es que no te importa perderlo todo.
PD: los discos USB o pendrives tienen una expectativa de vida corta, como la mayoría de la mierda electrónica que se vende hoy día. Conozco gente que lleva sus últimos 10 años de vida guardados en un único «pincho» que usan para todo. No se morirán de un infarto hasta el día que lo pierdan, se rompa un chip o le pasen un virus informático en reprografía o cualquier otro lugar de uso público.
¿Te ha gustado o te ha sido útil?
Si consideras que esta información merece la pena, y quieres colaborar al mantenimiento de este blog, puedes plantearte hacer una donación con Paypal. No hay mínimo, ni máximo, la voluntad.
NOTA: Si ves que tu comentario no aparece inmediatamente, es que está en cola de moderación. Me reservo el derecho de autorizar o denegar cualquier comentario que se realice en este espacio, y no admitiré ningún tipo de descalificación, faltas de respeto a otros comentaristas, vulneraciones a la legislación vigente y similares. Por cada comentario que se realiza se guarda la dirección IP, y si hiciese falta, se pasará dicha información a la autoridad competente.
Jamás haré uso comercial de las direcciones de correo que se introduzcan, ni las pasaré a terceros. Sé sincero con la dirección porque de lo contrario no podrás comentar. Además, si necesito ponerme en contacto contigo por el motivo que sea, debe ser dirección válida. Gracias por tu comprensión. Si la dirección no parece real, el comentario no será aprobado.