Esta mañana saqué esta foto a la salida del hotel en el que estaba «concentrado» para una presentación, en Cannes (Francia). Supongo que al no salir la matrícula el dueño no tendrá ningún problema con la mafia de la costa azul. No fue el avistamiento del día, también me topé con un Rolls-Royce Phantom por Mansory, más hortera, y con un Volga… en fin, al tema.
Le saqué una foto no por ser un Ferrari, ni por ser un coche exótico (ya no soy tan impresionable)… lo hice porque no está ni reventado por un golpe, ni sufriendo combustión externa. Y eso es raro en un Ferrari 458 Italia, que debería llamarse Ferrari 666 Flamma. No me saqué una foto con él por si salía perjudicado, ya tengo bastante moreno.
Igual cuando me fui empezó a arder solo. Quién sabe. El que no sepa de qué puñetas estoy hablando, le recomiendo un poco de lectura.