Hace dos años y pico que empezó a venderse en España el Honda CR-Z, un coche único en su género que aún está muy incomprendido en el mercado. Podemos considerarlo como un compacto pequeño (segmento C) o utilitario grande (segmento B) muy especial.
Tiene dos plazas (las traseras no las considero útiles), motor gasolina con apoyo de un pequeño motor eléctrico (es decir, un híbrido), cambio manual, una estética realmente diferente, etc. Sin embargo, no ha sido muy atractivo para los compradores españoles, crisis aparte. Este año se han vendido menos de 150 unidades, un 40% menos que en 2011.
Es por lo tanto muy exclusivo, y sin tener un precio astronómico. Uno de sus puntos flojos es el de la potencia, 124 CV combinados parecen saber a poco. El nuevo modelo, que hizo aparición en septiembre allá por Indonesia, tendrá 136 CV de potencia. Quizá así se vuelve más atractivo.