
A menudo recibo correspondencia de mis lectores -habituales y nuevos- que me cuentan de todo, y una de las últimas «cartas» me ha llamado la atención. Alfonso se pregunta qué está pasando en el mercado, concretamente en el segmento SUV, y no precisamente para bien. Del tema he hablado unas cuantas veces, pero esta vez prefiero darle voz a él. Es una reflexión sobre un fabricante concreto, pero el caso es extrapolable a unos cuantos más. Ahí va:
«Hola Javi:
Te escribo este correo para ver si me puedes ayudar con el reemplazo de mi vehículo, problemática bastante acuciante actualmente en referencia al tema de los SUV. […] A continuación te expongo mi caso, que supongo a más de uno le debe ocurrir.
Resido a caballo entre una gran ciudad, por el interior de la cual me desplazo en transporte público (metro, bus…) y un pequeño pueblo en una zona remota de la sierra de Teruel, lugar en el que necesito un todoterreno bastante capaz con tracción a las cuatro ruedas debido a la orografía del terreno, inclemencias meteorológicas y labores de carga.