Hace tiempo que quería haber escrito este relato, pero bueno, entre pitos y flautas, lo he dejado pasar. Pero mi viaje a Japón está en mi memoria prácticamente como si me hubiese bajado del avión ayer mismo. Ha sido el mejor viaje de mi vida, y no llevo precisamente pocos. Nunca me había ido tan lejos, Dubái era el récord previo.
Mi enamoramiento respecto a lo japonés viene de hace más de 10 años, cuando empecé a conocer un poco su cultura, el idioma (no es tan difícil), etc. Hace tiempo que quería ir. Este año se presentó la ocasión, además fui con varios amigos valencianos, a los que conozco desde… sí, 10 años también. Casualidad.
Dos de ellos, Pablo y Paula, se casaron el 2 de agosto. La luna de miel sería en Japón, y quisieron estar rodeados de amigos unos cuantos días. Ya habían ido unos años atrás, así que conocían más que lo básico, también algo del idioma. Los preparatorios duraron meses, se ocuparon de casi todo.