Hay religiones que impiden trabajar en sábado, otras beber alcohol, y la mía prohíbe meterme en atascos. Prefiero hacer 20 kilómetros más haciendo caso a Waze y evitar quemar mis nervios. Cuando llevo un automático el estrés es inferior, pero con un manual me dan ganas de protagonizar mi particular día de furia.
Alguna vez he pensado en evadirme de un atasco de formas creativas, mediante los gadgetomuelles en el coche, salir volando o que se habilite un carril especial para salir echando viruta. Al menos las dos últimas ideas son menos absurdas y están siendo estudiadas por algunas mentes preclaras.
Lo de salir volando está en estudio por parte de Airbus e ItalDesign, que presentaron la idea en el Salón de Ginebra. Su idea se llama Pop.Up, son vehículos que pueden dividirse en dos y mandar la parte del habitáculo por vía aérea. Es como usar drones, pero a lo bestia. La parte del chasis-motor (terrestre) se zafará del atasco cuando pueda e irá a una base donde llegarán unidades aerotransportadas. Miedo me da pensar en el coste, a pesar de que todo sea eléctrico.