Las razones para tintar las lunas de un vehículo son varias, aunque el motivo principal suele ser la estética. Legalmente solo se pueden tintar las ventanillas y luna traseras, excepto en casos muy concretos (razones médicas o de seguridad personal). Hay otros motivos muy importantes para usar tintado, que son la privacidad, la eficiencia energética, la seguridad activa y la pasiva.
El tintado reduce la radiación de calor y rayos ultravioleta (UVA) en el interior, dificulta la visión hacia el interior (en sentido contrario se ve mejor) y reduce el riesgo de deslumbramiento. La cara negativa del tintado es que en algunas condiciones es contraproducente, por ejemplo en un aparcamiento techado, de noche, y con poca iluminación. También puede ser un agobio conduciendo con gafas de sol, sobre todo en un túnel.
Lo ideal sería tener un balance perfecto entre visibilidad plena y privada, y eso nos lleva a la necesidad de tener un tintado de lunas variable, modificable a voluntad. Esta es la idea que Continental presentó a principios de año en el el Consumer Electronics Show (CES) de las Vegas, y lo llamaron «Cristal de Control Inteligente». El prototipo mostrado puede variar de forma independiente el tintado de cada luna, incluso puede hacerlo por zonas.