Recientemente finalicé las gestiones para hacerme trabajador autónomo, para estar totalmente legal debido a mis ingresos. Para empezar, fui a Hacienda, donde era un poco confuso de determinar a qué me dedicaba exactamente. Como escritor me etiquetaron como «Explotación electrónica a terceros» y como perceptor de ingresos publicitarios «Empresario de servicios de publicidad». Hecho eso, me pasé por la Seguridad Social, donde empezó mi odisea.
Cuando el funcionario de turno cotejó la actividad que me había puesto Hacienda con sus actividades (que a veces no tienen nada que ver), me preguntó por el riesgo de mis actividades, y contesté que lo más peligroso que hacía era probar coches. La liamos. Resulta que si sufría un accidente de coche, básicamente me iban a dar por ahí mismo, así que tenía que tener una cobertura adicional y reflejar la actividad de probador a efectos de Hacienda.
Total, que vuelvo allí y les explico lo que me ha ocurrido. Hasta tres pacientes funcionarias tardaron media hora en encontrar cómo catalogar mi actividad. Lo que más se le pareció es «Conductor de vehículos terrestres» y «Piloto». Lo segundo sonaba muy a deportivo, y es cierto, se refiere a pilotaje deportivo y no es mi caso.
De vuelta a la Seguridad Social, cuando cotejaron lo de conductor me dijeron que si era actividad de alquiler de coches con o sin conductor, a lo que yo me quedé así: 😕 Nuevamente no se trataba del caso, y buscando en su lista de actividades no encontraron nada parecido a probador. Total, que tuvieron que llamar a una mutua para ver cómo había que catalogarme si quería cobertura por accidentes de trabajo y que efectivamente me cubrieran en el peor de los casos.
La verdad puedo vivir sin esa cobertura pero claro, hasta el día que me pase algo.
Finalmente determinaron que mi categoría profesional es la de «Transportista», grupo 60. Tócate las pelotas. De blogger he pasado a transportista. Teóricamente pago el mismo porcentaje adicional de riesgo que un camionero, un taxista o un piloto de rally conductor de furgonetas blancas, ¡¡esos últimos deberían pagar mucho más!! De modo que así me he quedado, como un transportista. No es que me parezca mal ni nada, pero raro sí que es.
Aprovecho para mandar un mensaje a todos los bloggers que estén metidos en esto del motor. Ya sea como trabajadores por cuenta ajena o como autónomos, tienen que asegurarse que los accidentes que les ocurran probando un coche en carretera o circuito (donde los organizadores casi siempre renuncian a cualquier prejuicio aunque se curren las medidas de seguridad) quedarían cubiertos o si tendrían una mano delante y otra detrás.
En mi caso, como estoy recién incorporado y tengo menos de 30 años, con la base mínima de cotización la cobertura de mi riesgo me cuesta poco más de 30 euros. Prefiero tener la tranquilidad de que si me pasa algo, tenga las espaldas cubiertas. Bueno, al menos temporalmente, quizás algún responsable de flotas luego quiera matarme 😛
Ya en serio, conviene mirar eso, por lo que pueda pasar. Probar coches es una actividad de riesgo, ya sean pruebas de conducción económica o en puertos de montaña con horquillas y alegría. Quienes se dediquen a esto un poco más en serio, deben saber que si están dados de alta como escritores o similares, no tendrán cobertura si tienen un accidente conduciendo un vehículo de prueba. En el caso de las mutuas de los autónomos, será tararí que te vi.
Más información en Hacienda y Seguridad Social.
Estaba leyéndolo y me preguntaba cómo estaría codificado Alain Petit. 😀
Como diría aquel… manda huevos…
Ya tendrían que poner un poco al día algunos de éstos temas en la administración. Que al final entonces, ¿rezas como transportista pero sin ser tal?
Bueno, tampoco es tan grave. Mirándolo así si en un futuro es viable optar por subirse a un camión y meterse en ruta… pues ya tienes éso finiquitado… 😛
Jajjajaja, me imagino la cara del funcionario al decirle; Hola, vengo a darme de alta como blogger probador de coches 😀
Felicidades por haber regularizado tu situación!
Un ejemplo más de que la burocracia siempre va por detrás de la vida real…
¡Enhorabuena!, y que tus actividades sigan bien.
De todos modos, respecto a tu seguridad probando coches, supongo que te interesará más ampliar la cobertura de tu seguro de automóvil, para que te cubra a ti, aunque conduzcas otro vehículo.
Eso no cubre los circuitos, pero para el resto de situaciones podría bastar…
Afortunadamente los coches me los dan ya asegurados, si no mi póliza sería escandalosamente cara: varón, 25 años (antes peor), probador y con diferentes vehículos…
A punto estoy yo de cumplir los 25 el mes que viene… a ver si de una vez me da ya un bajón en el precio la póliza, que vaya tela. Me duelen más los 800 y pico pavos que me sale al año la póliza que lo que me cuesta el coche en sí…
Qué caro sale ser joven la hostia… xDDD
Jajaja, se me había pasado esta entrada! Que bueno!
Pues si, tiene que ser todo un espectáculo plantarte ante un funcionario cincuentón y decirle que eres «blogger pofesioná» 🙂
Jajajaja!!!
Y yo que en Argentina no sabía de dónde heredamos la cultura burocrática… del «¿qué soy?, ¿dónde estoy?»
En nuestro país decimos que éso es la O.S.A. (Organización para el Sufrimiento Argentino).
Pregunta tonta: ¿Puedes darte de alta como «escritor» o similares y luego más adelante cambiar a «furgonetero-cascadeur»?
No son excluyentes. Yo soy a la vez 3 cosas (prestador de servicios digitales a terceros, empresario individual de publicidad y transportista) y puedes dar de alta o baja las diferentes actividades según toque, mientras no defraudes al fisco 😛
Pura curiosidad: lo de «empresario individual de publicidad», ¿es para justificar los ingresos de Arpem?
Así es. La percepción de ingresos publicitarios y espacios comerciales del blog es otra actividad económica diferente y la desgloso aparte. Es solo por este blog, por el trabajo de Weblogs SL no es necesario porque no facturo publicidad a los anunciantes, ni cobro directamente de ellos.