Actualmente, se oye hablar mucho del precio del petróleo, de la contaminación, de la incertidumble del suministro del Oro Negro, de híbridos, filtros antipartículas, exceso de velocidad, carnet por puntos, etc. Es perfectamente comprensible que un conductor cualquiera, como tu y como yo, nos podamos sentir perdidos ante tanto concepto. Sin embargo, todos estos términos están, aunque no lo parezca, íntimamente relacionados.
A través de diversas entradas en este «blog», iré comentando, con datos en la mano, de la conducción económica y eficiente, esto es, una serie de técnicas de conducción que sólo reporta ventajas al conductor, al entorno y a los que le rodean. Pero para nada servirá que hable de estas técnicas sin antes tratar de convencerte de su idoneidad, de lo fácil que es hacerlo y de los beneficios que vas a notar prácticamente en el acto. Pero empecemos por los antecedentes.
Antes de los romanos ya se conocía un líquido pesado y negro que llamaban «petra oleum» (de ahí la palabra petróleo), y hasta bien entrado en el siglo XIX, su uso a escala mundial no tenía nada que ver con su uso en nuestra época. El auge del automóvil y de la segunda revolución industrial desencadenó un uso cada vez más importante del petróleo, que llegó a niveles alarmantes de derroche en el siglo XX. No es mi intención profundizar tanto en la Historia mundial sobre el uso del petróleo, pero lo que nos importa hoy día es que el petróleo se está acabando, subirá de precio y se hace muy necesario hacer un uso racional de los recursos energéticos.
Por otro lado, está el problema de la contaminación medioambiental. Humo, ruido, aumento de las alergias, efecto invernadero… ¿te suena? El automóvil tiene que ver con la contaminación, sobre todo en las ciudades. Los fabricantes se esfuerzan cada vez más en lanzar al mercado motores más potentes, pero consumiendo menos y contaminando menos. Estos avances no sirven de mucho si se emplean técnicas de conducción ineficientes o simplemente, de épocas -si me permites el término- muy pasadas de moda.
La formación que recibe un conductor en la autoescuela ya empieza siendo muy poco eficiente, y la gran mayoría de los conductores españoles desconoce que está derrochando combustible y que podría ahorrarse dinero aprendiendo un modo de conducir diferente. De la misma forma que se pueden tener 50 años de carnet y no saber conducir, no es muy difícil tener 50 años de carnet y no saber utilizar de forma correcta el cambio. Imagino sus pensamientos: «¿tú me vas a enseñar a conducir a mi?». Intentaré demostrarte, amigo conductor, que las técnicas de conducción eficiente existen hace tiempo -no las he inventado personalmente- y que sus resultados son reales y totalmente beneficiosos.
No debes confundir la conducción eficiente con «circular a peseta». No se trata de conducir despacio, sino de aprovechar los adelantos de nuestro coche, la orografía, anticiparnos… Se trata de conducir mejor.
Los beneficios de estas técnicas, entre otros, son los siguientes: disminución muy relevante del consumo de combustible (muy próximo a las cifras homologadas, sobre un 20%), menos contaminación (hasta el 78% de las emisiones contaminantes), mayor durabilidad de los elementos mecánicos -freno, embrague, transmisión, sistemas de inyección, turbo…-, conducción más segura, menos estrés para el conductor, mayor disfrute de la conducción, y lo más importante: una mejor calidad de vida. Tranquilo, no pretendo venderte una moto que no funciona. Tú mismo podrás comprobarlo, y de paso, un dinero que podrás gastar en cosas más importantes.
Hay mucho de que hablar, de modo que todo el contenido de este modesto curso estará separado en temas individuales, cuya extensión y texto útil estén en la medida de lo posible en equilibrio. Estate atento a esta página web y a los contenidos de la categoría Conducción eficiente. Todos salimos ganando.
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Llevo tiempo «practicando» una conducción eficiente. Sé que aún me queda mucho por aprender.
De momento he bajado según el ordenador del coche un litro cada cien kilometros.
Intento adelantarme a las cosas, y si veo a lo lejos un semaforo en rojo, voy reduciendo con el motor. Muchas veces no tengo ni que frenar porque se ha puesto el semaforo en verde.
¿Más consejos?
Un saludo
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En Bilbao se ha abierto el plazo para apuntarse a un curso gratuito de 4 horas de conducción eficiente. Las plazas son limitadas. Las sesiones serán en enero, del 9 al 13, y del 16 al 20. Cada cual elige al apuntarse la que más le convenga. Para apuntarse, hay que llamar al 944 054 182. ¡Animo, que se acaban las plazas!
¡Un saludo!