Es curioso, pero el 70% de los ocupantes del automóvil no se coloca este sistema de seguridad adecuadamente. Sí, es un sistema de seguridad, más que un adorno o un soporte para descansar el cuello cuando nos quedamos dormidos en un viaje.
Su función es la de evitar un movimiento brusco de cuello, denominado «latigazo cervical» cuando se sufre una aceleración o deceleración que hace que la cabeza se mueva más de la cuenta y provoque lesiones de carácter muscular o medular. Son tremendamente efectivos sobre todo en las colisiones por alcance trasero, experiencia que he tenido en dos ocasiones.