Por lo visto, está emergiendo un nuevo género de vídeos de coches en la red. Se llama «dos tetas a cuatro ruedas». Consiste en evaluar la deportividad de un coche a juzgar por los movimientos sinusoidales de las pasajeras que van en el asiento delantero derecho.
El otro día lo vimos con un Toyota Supra especializado en derrapes, ahora con un Cadillac CTS-V con una burrada de caballos. Venga, seré más preciso, 564 caballos de músculo americano. El precursor de esta moda fue Jeep, aunque más que deportividad, se evaluaba otra cosa, recordemos ese mítico anuncio.
Aunque desde el punto de vista de la seguridad vial las mujeres con buena delantera pueden ponerse el cinturón de seguridad de la misma forma que las que tienen copas A o B… qué demonios, también mola verlo así. Si son naturales, mejor, se evalua mejor la eficacia de la suspensión.
Por cierto, os recuerdo que el vídeo va de un coche, que a alguno se le habrá olvidado.