Lo prometido es deuda, esta es la segunda parte de la prueba de consumo del Citroën C4, pero en esta ocasión, usando el novedoso cambio automático CMP asociado al motor 1.6 HDi de 110 CV. En primer lugar, veamos qué es eso del CMP. Son las siglas de «cambio manual pilotado», no es un cambio automático en el sentido estricto del término.
No utiliza un convertidor de par ni variador contínuo, es una caja manual de las de toda la vida pero gestionada de forma electro-hidráulica por un ordenador, y sin pedal de embrague. Es lo más parecido a tener un «pitufo» cambiando marchas por nosotros cuando se lo pedimos, o a su criterio. La pantalla frontal encima del volante nos indica la marcha en la que circulamos en todo momento.
El cambio CMP tiene dos modos principales de funcionamiento: automático y manual/secuencial. En el primer modo, el cambio CMP hace todo por nosotros: cambios, reducciones, asistencia en arranques en cuesta, adelantamientos, etc. Como todo automático moderno, la posición más profunda del acelerador activa el «kick-down», el motor da lo mejor de sí mismo para lograr la máxima aceleración (desactiva el limitador/regulador si estaba encendido), bueno, casi lo mejor de sí mismo.