Después de un tiempo intentando vender mis neumáticos Pirelli Pzero Nero 215/45 R17 del Prius, decidí quedármelos y usarlos hasta que termine de freír los Goodyear EfficientGrip del eje trasero, los cuales ya aguantan más de 74.500 kilómetros. Los Toyo originales que llevaba delante ya no estaban bien aunque les sobraba dibujo. Puede que los Goodyear acaben durando más que los Pirelli; no, estoy seguro. Mi objetivo es gastar las cuatro a la vez y ya probar con otra cosa, probablemente Michelin CrossClimate.
La semana pasada hice una subida «a fuego» al puerto de Galapagar, y noté que le coche iba un poco más derrapón de la cuenta, tal vez por tener las ruedas un poco bajas de presión, o porque los amortiguadores ya tienen 128.000 kilómetros, o por las dos cosas. No le di mayor importancia, hasta que me encontré un cacho de goma atrapado entre el neumático y la llanta.
En ese momento me entró un sudor frío, y empecé a pensar qué podía haber pasado, y se me ocurrieron tres posibilidades: