Después de un tiempo intentando vender mis neumáticos Pirelli Pzero Nero 215/45 R17 del Prius, decidí quedármelos y usarlos hasta que termine de freír los Goodyear EfficientGrip del eje trasero, los cuales ya aguantan más de 74.500 kilómetros. Los Toyo originales que llevaba delante ya no estaban bien aunque les sobraba dibujo. Puede que los Goodyear acaben durando más que los Pirelli; no, estoy seguro. Mi objetivo es gastar las cuatro a la vez y ya probar con otra cosa, probablemente Michelin CrossClimate.
La semana pasada hice una subida «a fuego» al puerto de Galapagar, y noté que le coche iba un poco más derrapón de la cuenta, tal vez por tener las ruedas un poco bajas de presión, o porque los amortiguadores ya tienen 128.000 kilómetros, o por las dos cosas. No le di mayor importancia, hasta que me encontré un cacho de goma atrapado entre el neumático y la llanta.
En ese momento me entró un sudor frío, y empecé a pensar qué podía haber pasado, y se me ocurrieron tres posibilidades:
- Caso optimista: ese trozo de goma no es mío, puede haberse quedado atrapado en un momento que el neumático y la llanta no estaban perfectamente unidos
- Caso normal: ese trozo de goma lleva ahí desde que me cambiaron el neumático y pertenece a otra rueda, la pregunta es por qué aparece ahora
- Caso pesimista: el neumático tiene daños de estructura y en cualquier momento salta por los aires, si estoy vivo es de milagro
Compruebo las presiones, son 2-2,1 bares en frío, que es prácticamente la presión recomendada por el fabricante, no los llevaba muy flojos de aire. Estoy acostumbrado a los Goodyear, que pierden menos aire, pero los Pirelli hay que vigilarlos más. La rueda delantera derecha, la del polizón, no ha perdido más aire que la izquierda, lo cual es buena señal.
Acudo al taller donde me montaron el neumático, y pillo al mecánico yéndose al dentista. Me dice que no cree que el neumático me reviente, y que vuelva otro día, que seguramente el trozo de goma no es mío, pero que no intente quitarlo. Hice la compra en un supermercado que estaba al lado, y cuando salí, el mecánico estaba atendiendo a otro cliente, fuera de horario. Igual el dentista le dijo que iba con retraso y que podía llegar más tarde.
Después de haber hecho 1.000 kilómetros sin notar nada raro en mis ruedas, pensé que seguramente era el caso favorable. Al subir el puerto a fuego, los neumáticos se doblan, y la llanta y la banda de rodadura se abren mínimamente. Considerando cómo sube el personal por la M-505 en ese tramo, es muy razonable pensar que ese cacho de goma lo cogí sin querer, una singularidad, como que te toque la lotería: improbable, pero no imposible. Menos mal que no fue un objeto punzante…
Ayer mismo me hice un «tramo» en una carretera que conozco, poniendo el coche al límite de sus posibilidades: el control de estabilidad pita varias veces y permite leves sobrevirajes. Los que pensáis que el Prius es un coñazo para conducir tenéis que cambiar algunas ideas, un coche con eje torsional trasero y 1.500 kg, si sabes llevarlo, es divertido también. Tomé un par de curvas a la izquierda al límite de adherencia de los neumáticos, intentando provocar la máxima deriva (separación de llanta y neumático).

Cuando llegué a mi destino, ¡magia! ¡El polizón había desaparecido de la misma forma que se subió a mi llanta! Sentí el tremendo alivio de no tener que precipitar el cambio de neumáticos, que me viene fatal. Además, noté una leve mejora del comportamiento, cuando pongo aire, meto +0,2 bares a la presión recomendada, así que las delanteras iban a 2,5 y las traseras a 2,4.
De todas formas, los amortiguadores voy a tener que cambiarlos pronto, recuerdo que este coche cuando estaba nuevo (de cuando llevé los de prensa hace cinco años) tenía un tarado mucho más firme y no flaneaba tanto. De hecho, se supone que hay que cambiar los amortiguadores a los 80.000 km (recomendado) o a los 120.000 km (como muy tarde), pero ahora mismo es un gasto que tiene que esperar. Idealmente me gustaría ponerle unos muelles más cortitos y bajar la carrocería 10-20 mm, pero eso sí que se me escapa por ahora.
Moraleja: si ves un polizón en tu llanta, no te cagues, pero ve a un taller a que te lo miren. Si al desllantar el neumático se encuentran daños estructurales, es que te has ido jugando la vida. Si es un trozo de goma ajeno, aquí no ha pasado nada.
Vuelta extra: así influye el desgaste de los amortiguadores
En este vídeo podemos ver un Renault Mégane haciendo un doble cambio de giro con los amortiguadores nuevos:
A continuación lo mismo, pero con amortiguadores que llevan 95.000 km encima:
Sacad vuestras propias conclusiones.
Desde luego el Prius no lo conduzco de la misma forma como si fuese nuevo, guardo más distancia de seguridad y le piso menos. Así puedo compensar en gran medida el desgaste mecánico de los amortiguadores. No es lo más seguro, pero siempre será mejor eso que ignorar el desgaste y que un día eche de menos la eficacia de fábrica…
Hola, Javier. Hablando de las CrossClimate. Se las pusé hace un par de meses a mi coche. No he podido probarlas en invierno, pero en verano, van fenomenal en todos los sentidos: agarre en seco, mojado y sonoridad. Excelentes. Problema: acabo de cambiar de coche y se ha quedado con ellas. En el nuevo no podía ponerlas de serie, así que me tocará gastar las que trae de fábrica antes. Cuando llegué el momento, pondré las CrossClimate de nuevo sin duda.
Saludos