Recientemente tuve cedido un SEAT Altea XL, con motorización 1.6 de 102 CV y acabado Reference (el básico). Me propuse sacarle el máximo partido al depósito en un viaje largo, utilizando para ello dos grandes aliados: el regulador de velocidad (de serie) y un navegador TomTom 710, ofertado por la marca española para la gama Altea.
El motor no es el último grito en tecnología, es bastante conocido en el grupo VAG. Inyección indirecta, 8 válvulas en un árbol de levas, admisión atmosférica… Seguramente será reemplazado por un TSI de menor cilindrada y rendimiento superior. Es un propulsor agradable y poco rumoroso. Cortito de respuesta, pero no se le puede pedir más con 1.400 Kg de coche. El coeficiente aerodinámico Cx es el mismo de un León: 0,32, pero lógicamente hay más superficie frontal.
Primera parte
Consistió en 202 kilómetros de recorridos habituales, para ver el consumo que me declaraba el ordenador. Con el León 1.6 de idéntica potencia, obtuve un consumo de 6,7 litros de gasolina cada 100 Km, según ordenador. El ordenador del Altea XL, justo antes del primer repostaje, informó de un consumo de 7,1 litros de gasolina de media, lo que, dado el tamaño y peso del coche, no está nada mal. Declaró una autonomía adicional de 630 kilómetros, conduciendo siempre de forma relajada (vel. media 40 Km/h) y sin exceder límites de velocidad, ni adelantamientos.