En 1999 la firma Renault tuvo una idea que ha demostrado ser excelente: desarrollar una gama de coches económicos pensando -en primer lugar- en los países en vías de desarrollo. Internamente se llamó “Program Entry”, pero se acabó materializando en la marca Dacia. Esta ya existía, llevaba años produciendo viejos Renault bajo licencia en Rumanía.
Renault compró Dacia, levantó una fábrica nueva y sacó el Logan en 2004, un coche muy espartano por entonces. Se probó suerte en mercados desarrollados -como en francés o español- y el éxito fue inmediato. Esos coches no solo los compraban las personas con menor poder adquisitivo, también los que no pensaban gastarse más en un coche nuevo de lo que se gastarían en uno usado. En mi archivo de pruebas puedes ver qué opinaba del primer Dacia Logan que llegó a España (y era el tope de gama).
Con el tiempo llegaron nuevas versiones, como Sandero (2008), Duster (2010), Lodgy y Dokker (2012). Todos parten de la misma plataforma, la A0, amortizadísima. Dacia apenas se gasta dinero en i+D, siempre utiliza componentes ya desarrollados, las opciones son mínimas, la red comercial es existente (la de Renault), se ajustan a lo que pide el cliente medio y sus precios son muy atractivos. Continue Reading