En las últimas 24 horas mi Toyota Supra ha estado en un taller de chapa y pintura, recuperándose del «zarpazo del León», un roce que tuve con otro coche en Leganés. Me concedieron un coche de cortesía, un Renault Clio II de los últimos, poco después salió la tercera generación. No había probado ese modelo aún, pero su sustituto sí lo probé.
Matrícula DH?, motor K9K 1.5 dCi de 65 CV, unos 116.000 kilómetros, tres puertas, acabado de los bajos (no sé determinarlo, no conozco la gama en detalle). Por pura deformación profesional, no pude sino empezar a valorarlo, estoy tan acostumbrado a hacerlo en un coche que no es mío…
Para empezar, me propuse tratarlo como cualquier otro coche que se me ha cedido, no por ser de sustitución tenía que tratarlo mal, aunque «invite» la aseguradora del contrario. Al final reconocerion que yo tenía razón, por eso quedé exento de culpa y no me cambia la bonificación 😀