Desde el año 2007 soy contribuyente «activo» (relacionándome con Hacienda), previamente había sido menor de edad o ganaba tan poco dinero que estaba exento de realizar la declaración de la renta. Al año siguiente, al hacerme autónomo, ya tuve que empezar a hacer declaraciones de IVA, de IRPF, más adelante de operaciones intracomunitarias… según se iba «complicando» mi esquema de ingresos.
No llego la cuenta de lo que he pagado de IRPF, la verdad. Sé que la declaración me sale siempre a devolver sin hacer ninguna ilegalidad, y sin utilizar a mi favor siempre todas las deducciones que podría emplear. El IVA -de mi actividad- no lo cuento porque es impuesto que yo he recaudado para Hacienda y es un dinero que no es mío. En cuanto a lo que he palmado en hidrocarburos, IVA como consumidor final, impuesto al seguro y otras tantas cosas… prefiero no saberlo, y eso es anterior a 2007.
A cuenta de la polémica con los youtubers andorranos, que ellos verán lo que hacen (y sus asesores fiscales), hay un argumento que ha salido que me ha tocado mucho las pelotas. Seguramente no es obra original de «Wall Street Wolverine» (lobezno de Wall Street), pero lo ha soltado. Básicamente, viene a decir: como se gasta dinero de mis impuestos en gilipolleces, me cambio de país para no pagarlos. Antes de seguir, conviene saber qué se hace con el dinero de nuestros impuestos, CIVIO lo ha puesto cuqui y bonito en su web.